LOS UNIVERSOS PARALELOS,TIENEN UNA BASE MATEMATICA.

LOS UNIVERSOS PARALELOS,TIENEN UNA BASE MATEMATICA.
UNA LINEA DE TIEMPO, COMO UN ARBOL QUE CRECE Y SE BIFURCA INFINITAMENTE.

ANTONIO UNGAR.

ANTONIO UNGAR.
PREMIO HERRALDE DE NOVELA 2010.

ES TU MIRADA...

ES TU MIRADA...
CAYENDO SOBRE EL VALLE...

EL GRAN POETA OCTAVIO PAZ.

EL GRAN POETA OCTAVIO PAZ.
EL POETA DE LA OTREDAD..

JORGE LUIS BORGES

JORGE LUIS BORGES
POEMAS DE LA MONEDA DE HIERRO..

GABRIEL GARCIA MARQUEZ.

GABRIEL GARCIA MARQUEZ.
COMO COMENCE A ESCRIBIR..

LOS DETECTIVES SALVAJES

LOS DETECTIVES SALVAJES
ROBERTO BOLAñOS.

EDUARDO MENDOZA.

EDUARDO MENDOZA.
PREMIO PLANETA 2010.

MIGUEL HERNANDEZ.

MIGUEL HERNANDEZ.
POESIA,QUE NO CESA!!

UN DESNUDO.

UN DESNUDO.
OBRA DE RENOIR.

ENRIQUE LIHN

ENRIQUE LIHN
EL GRAN POETA CHILENO.

COLLAR DE CARACOLAS,PARA EL MUELLE QUE AMAMOS.

COLLAR DE CARACOLAS,PARA EL MUELLE QUE AMAMOS.
ANTOLOGIA TEMATICA.OH PUERTO COLOMBIA!!

JOSE LUIS DIAZ GRANADOS.

JOSE LUIS DIAZ GRANADOS.
UN GRAN POETA.

RESEñADO EN EL DICCIONARIO LATINOAMERICANO DE POETAS.

RESEñADO EN EL DICCIONARIO LATINOAMERICANO DE POETAS.
LIBROS Y LETRAS.

REVISTA MOLINO DE LETRAS NUMERO NUEVE.

REVISTA  MOLINO DE LETRAS NUMERO NUEVE.
MICROCUENTO UNA SOMBRA.

PAISAJES AMERICANOS.

PAISAJES AMERICANOS.
ASHER B.DURAN.

MUJER EN EL JARDIN.

MUJER EN EL JARDIN.
DE CLAUDE MONET.

MADAME BOVARY

MADAME BOVARY
AUTOR FLAUBERT.

PABLO NERUDA.

PABLO NERUDA.
UN POETA UNIVERSAL.

ESCRITOR COLOMBIANO, DE LA COSTA CARIBE.

ESCRITOR COLOMBIANO, DE LA COSTA CARIBE.
MAURICIO PABON LOZANO.

PARLAMENTO NACIONAL DE ESCRITORES DE COLOMBIA.

PARLAMENTO NACIONAL DE ESCRITORES DE COLOMBIA.
UN COMPROMISO CON EL PAIS Y LA LITERATURA.

PASEO DE BOLIVAR EN BARRANQUILLA.

PASEO DE BOLIVAR EN  BARRANQUILLA.
ESTATUA DEL LIBERTADOR.

MI AMIGO EL CUENTO TOMO II

MI AMIGO EL CUENTO TOMO II
PUBLICACION DE MIS TRABAJOS LITERARIOS.

PORTADA DE LA REVISTA TALLER LUNA Y SOL.

PORTADA DE LA REVISTA TALLER  LUNA Y SOL.
PUBLICACION DE MIS TRABAJOS LITERARIOS.

LA PLAZA DE BOLIVAR EN CARACAS.

LA PLAZA DE BOLIVAR EN CARACAS.
SIMBOLO DE LA UNIDAD LATINOAMERICANA.

PORTADA DE LA REBELION DE LAS RATAS.

PORTADA DE LA REBELION DE LAS RATAS.
DE FERNANDO SOTO APARICIO.

TALLER LITERARIO LA URRAKA.

TALLER LITERARIO LA URRAKA.
UN UNIVERSO PARA COMPARTIR LA LITERATURA.

PUBLICACION DEL TOMO I,DEL LIBRO MI AMIGO EL CUENTO.

PUBLICACION DEL  TOMO I,DEL LIBRO MI AMIGO EL CUENTO.
PUBLICACION DE MIS MICROCUENTOS.

UNA POESIA TELURICA.

UNA POESIA TELURICA.
PAUL ELUARD.

LEON TROTSKY.

LEON TROTSKY.
FOTO TOMADA EN EL FRENTE POLACO.

UNA APROXIMACION A LA OBRA LITERARIA DE LA POETISA MEYRA DEL MAR.

UNA APROXIMACION A LA OBRA LITERARIA DE LA POETISA MEYRA DEL MAR.
AUTOR.CESAR MOLINA CONSUEGRA.

ALI CHUMACERO.

ALI CHUMACERO.
EL GRAN POETA MEJICANO.

HASTA SIEMPRE LUIS VITALE!!

HASTA SIEMPRE LUIS VITALE!!
TE QUEDARAS CON NOSOTROS!!

miércoles, 29 de septiembre de 2010

MICROCUENTO,EL TIGRE Y EL ZORRO.

Un tigre atrapó a un zorro, y éste le dijo:
- A mí no puede comerme.
- El Emperador del Cielo me ha designado rey de todas las bestias.
- Si me comes desobedecerás sus órdenes.
- Si no me crees, ven conmigo.
- Pronto verás cómo huyen los otros animales al verme.

El tigre accedió a acompañarle: y en cuanto los otros animales los veían, escapaban presurosos. El tigre creyó que temían al zorro. No se dio cuenta que huían de él.

Fuente: desconocido

LOS QUE VINIERON,DESPUES DE BORGES.

Literatura 28/09/10 Los que vinieron después de Borges
El segundo volumen de la edición crítica de sus obras completas permite desentrañar su legado en la historia de la literatura argentina: reclamos de paternidad y negaciones.
Por Mauro Libertella
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Enviar nota Imágenes LA SOMBRA DE BORGES. LOS ESCRITORES DE LAS ÚLTIMAS DÉCADAS HICIERON SU PROPIA REESCRITURA DEL LEGADO BORGEANO.

Borges tuvo varias canonizaciones. Se podría decir, enunciándolo de otro modo, que su obra sobrevivió al paso de las décadas y terminó por instalarse en el centro mismo de nuestra conciencia literaria por una serie de factores y golpes maestros que están por supuesto en su inmensidad literaria, pero que también están en toda esa órbita que gravita un poco por afuera de los textos. El mercado, con su lógica azarosa, le empezó a rendir pleitesía hacia 1961, cuando le otorgan el Premio Formentor compartido con Samuel Beckett. “El resultado inmediato fue que mis libros se reprodujeron como hongos en el mundo occidental”, dijo entonces. A partir de ese punto aproximado, el Borges escrito empieza a languidecer y nace el ícono que alimentó las primeras planas del mundo: el ciego oral que da miles de entrevistas hablando de escritores ingleses de segunda línea, que despliega una especie de “política de la modestia” (Alan Pauls, El factor Borges ), tan consciente de que mejor que hablar de sí mismo es dejar que sus textos sedimenten solos y se metabolicen en el nervio de nuestra tradición. Su influencia en los escritores argentinos, sin embargo, ya era palpable, y en unos años la sombra de Borges lo dominaría todo.

Hay una suerte de consenso global que indica que lo más alto de su obra va del 30 al 52; de Evaristo Carriego a Otras inquisiciones . En esos años, Borges no sólo escribió libros, artículos en revistas y diarios, empezó a dictar algunas conferencias significativas y moldeó el esquema mental de su posteridad literaria, sino que además tuvo tiempo para dirigir desde las sombras un taller literario fantasmal y para pocos, del que surgieron por lo menos tres obras maestras: La invención de Morel de Bioy Casares, Las ratas de José Bianco y Autobiografía de Irene de Silvina Ocampo. Los escritores agrupados bajo el cielo de “Sur” encontraron en Borges esa mezcla perfecta entre anacronismo y modernidad para llevar a la ficción los vectores teóricos y las líneas de sentido que pregonaba el aura editorial de la revista. Pero no sólo lo conceptual hizo metástasis en ese grupo: la prosa opaca y precisa, contrabando perfecto de la sintaxis sajona, se impuso como un código de elegancia para la escritura de elite. Si Roberto Arlt, el escritor popular, escribía “mal”, a los epígonos de Borges les tocó jugar el papel de la resistencia del belle letrismo y la híper literaturidad del texto –rasgos estilísticos que Borges iría erosionando de El informe de Brodie hacia adelante. Bioy Casares percibió desde luego ese movimiento, y siguió con diligencia los pasos del maestro; sus últimos libros se vuelcan a lo oral y se desembarazan de las marcas literarias duras.

En los años sesenta, el lugar de Borges en el microcosmos literario se rediseña y la centralidad que ya se infería se complica por la vía de la política. Son años de una militancia creciente, y una izquierda radicalizada busca correr a Borges –emparentado con el antiperonismo y artífice de declaraciones poco felices– del centro de la identidad letrada. Según Alan Pauls, “la izquierda más nacionalista casi ni se tomó el trabajo de leerlo; el fervor antiperonista de Borges, festivamente reivindicado bajo la revolución libertadora, fue suficiente para que lo descalificaran sin mayores trámites, acusado de representar los intereses de la oligarquía cipaya. Las cosas no eran tan fáciles para Ernesto Sabato o para el joven Abelardo Castillo, dos figuras menos involucradas en apuestas políticas inmediatas o, en todo caso, más sensibles al carácter problemático (a la vez artístico y político) de Borges. La solución, en este caso, es otra. Borges y su obra son sometidos a una doble exigencia simultánea; una es literaria, la otra es vital. Borges, previsiblemente, aprueba la primera y reprueba la segunda”.

La sombra de Borges en esa década es, entonces, dominante pero también problemática. Ya había pasado Contorno (1953-1959), revista dirigida por los hermanos Viñas, que rearmó el lugar de Borges y Arlt en el mapa de las lecturas críticas. Rodolfo Walsh había publicado en 1957 Operación Masacre , y en la década del sesenta compuso un puñado de relatos donde se deja traslucir la estampa de Borges. Saer publica en esa década sus cinco primeros libros, y Piglia aparece con su primer volumen de relatos. Osvaldo Lamborghini saca en 1969 El Fiord , y Andrés Rivera, que destila por momentos una herencia borgeana literal, se empieza a construir su lugar en la literatura contemporánea. Para Rivera, Sabato y Castillo, sobre todo, Borges empieza a ser una figura difícil de eludir. Por aquellos años, ya es claro que hay por lo menos dos modos fuertes de capitalizar el legado borgeano: a través de la prosa, que es posiblemente el modo más tosco y estéril, demasiado visible, de saquear Borges, y a través de los modos en los que Borges leyó la literatura local en relación a la cultura universal, que quizás sea su gran legado y lo que los mejores escritores pudieron apropiar.

Con la vuelta de la democracia, la cartografía literaria se rearma y la centralidad de Borges, que ya era palpable, termina de consolidarse cuando los dados arrojan. Sylvia Saitta, en el libro Lo que sobra y lo que falta , dice: “Que Borges ocupara el centro del sistema literario en los años ochenta y fuera consagrado el gran escritor nacional, fue el resultado de operaciones convergentes de lectura y relectura de su obra, en la que participaron varios actores. En primer lugar, y en más de un sentido, las operaciones críticas de Ricardo Piglia, en tanto escritor y en tanto crítico, diseñaron el sistema literario que hoy se mantiene vigente: Piglia diseña un mapa en cuyo centro están Borges y Arlt, negando la disyunción con la que solía pensárselos hasta entonces”. Parte del reposicionamiento de Borges vino, claro, de la academia: todos terminaron de entender que las teórias francesas en boga ya habían sido formuladas por Borges varias décadas antes, y un círculo conceptual terminaba entonces de cerrarse. Según Piglia en Crítica y ficción (1986), “Paul de Man, Harold Bloom, George Steiner, Stanley Fish son por momentos más borgeanos que Borges. Quiero decir que a su manera, en los años cuarenta, en Buenos Aires, en pequeños ensayos circunstanciales, Borges había planteado problemas y modos de leer que después la crítica contemporánea descubrió. Todo lo que Borges había estado haciendo en aquel momento entró después en la escena de la discusión académica. Lo que hoy dice Derrida de una manera un poco esotérica sobre el contexto, sobre el margen, sobre los límites, es lo mismo que dice Borges de una manera más elegante y mas clara”.

Con esta refundación de nuestro canon, aparece también una nueva generación de narradores, que imponen su propia reescritura del legado borgeano. Siguiendo a Saitta, “el sistema literario que se reconstruye en los primeros años de la democracia es, entonces, un sistema presidido por Borges cuya marca predomina en la narrativa de comienzos de la década: la no respresentación de lo real, la exhibición de la desconfianza que genera la lengua como medio para representar la realidad, el rechazo por las motivaciones psicológicas en la elaboración de tramas y personajes, el uso de la cita, la parodia, el estilo conjetural. Con Piglia y Juan José Saer como escritores faro, el campo literario ha definido a sus actores y sus agentes consagratorios: por un lado la carrera de Letras de la UBA; por otro, las editoriales, los suplementos culturales de los diarios y las revistas culturales, en torno a los cuales se crean grupos de pertenencia”. En este contexto, empiezan a publicar sus primeros libros los escritores agrupados en la revista Babel, muchos de ellos de impronta altamente borgeana: Luis Chitarroni, Alan Pauls, Sergio Bizzio, Sergio Chejfec, Charlie Feilling, entre otros. Deudores de una literatura intelectual, una literatura de prosa y de procedimientos, leían a Borges pero también a César Aira, a Fogwill, a Saer y a los escritores europeos, de Nabokov a Thomas Bernhard. Al mismo tiempo, aparece lo que se llamó los “planetarios”, agrupados en torno a la colección Biblioteca del Sur de Planeta y después al suplemento Radar de Página/12. La literatura de este grupo –que, para arrojar algunos nombres, contaba entre sus filas con Rodrigo Fresán, Juan Forn, Guillermo Saccomanno, Marcelo Figueras– entró en discusión con la política literaria de Babel, y prefirió buscar a sus precursores en la literatura norteamericana y en autores argentinos más narrativistas, como Osvaldo Soriano. Así, la influencia de Borges, ya ampliamente expandida y legitimada, sufrió algunos tironeos que la mantuvieron viva. Sólo basta que los jóvenes (en determinado momento) se disputen la potestad de una obra para que esta rejuvenezca.

Además del sello decisivo que empiezan a dejar las lecturas de Borges que propone la literatura de Piglia y Saer, se abre un nuevo derrotero que desencapsula algunos de los tics borgeanos más estereotipados, que cruza la literatura con la cultura de masas y que tiene como centro de sistema a dos nombres de peso: Manuel Puig y César Aira. Así, a partir del comienzo del nuevo siglo, las generaciones de nuevos narradores destilan la influencia borgeana a través de la lupa deformante de estos autores de cabecera. Se podría decir que para los escritores jóvenes Borges es un autor que ya viene procesado por Aira, por Piglia, por Saer y por unos pocos escritores más. En ese sentido, es inútil tratar de indagar si los escritores que hoy empiezan a producir “leyeron” a Borges: la literatura de Borges ya está en nuestras letras, y cualquiera que haga su entrada en nuestra tradición va a escribir desde Borges, sea o no sea consciente de esa paternidad, evidencie o escamotee esas marcas de pertenencia.

Por lo demás, es cierto que los tiempos han cambiado, y es innegable que la poética y la retórica de pensamiento de un Aira o un Piglia puede ser más estimulante para un escritor joven que la de Borges. La erudición como se entendía en los días de Sur es un sistema de conocimiento ya casi impracticable, y la velocidad –asociada a una suerte de elogio del “vitalismo” y en algunos casos deudora de las nuevas tecnologías– parece haberse impuesto como contraseña de buena parte de la nueva narrativa. Sin embargo, no todo es tan sencillo. Con los escritores en los que Borges aparece atravesado por Piglia o Saer (Martín Kohan, Hernán Ronsino, Mariano Dupont, Juan José Becerra, Gustavo Ferreyra), la influencia parece ser mas desentrañable. Pero los escritores que salen de una línea más cercana a la que abrieron Aira y Puig (Félix Bruzzone, Romina Paula, Cucurto, Iosi Havillo, Pola Oloixarac) muestran una relación con Borges más tensa, tirante, acaso más demandante. En una conferencia que ofreció Josefina Ludmer en el último Festival de Literatura de Buenos Aires, dijo en algún momento que la literatura de Aira tardó en leerse en Europa porque para los lectores europeos es difícil entender la lectura, compleja y sutil, que el argentino hizo de Borges en sus propios relatos. Por eso es difícil ver a Borges en algunos de los nuevos narradores: porque escritores como César Aira le confirieron a lo borgeano una silenciosa y trabajada vuelta de tuerca, al punto de que ya es imposible volver a lo borgeano en sentido puro, original. Es, si se quiere, un movimiento que la propia literatura de Jorge Luis Borges imploraba, tan afecta a los juegos de manipulación, saqueo y deformación de un texto original.

Para terminar, podemos citar a César Aira en una entrevista, consignando una sensación que, como un fantasma, ha recorrido las últimas décadas de la narrativa argentina: “Borges es un centro, y es a la vez inescapable y muy resbaloso. Creo que el quid está en que leyéndolo, de adolescentes, vimos dónde estaba la esencia de la literatura. Eso fue definitivo, pero después descubrimos, también, que la literatura no tiene una esencia sino muchas, históricas y contingentes. Así que fue fácil escapar de la órbita borgeana, tan fácil como volver, o como no haber escapado nunca. En la literatura argentina no es tan fácil hablar de tradiciones alternativas a Borges, porque él las incorpora a todas”.

martes, 28 de septiembre de 2010

EL POETA BAJO TORTURA: *AHORA TE VA A COGER DIOS*!!

martes 28 de septiembre de 2010
Argentina, Chaco: El poeta bajo tortura: “Ahora, te va a coger Dios”

Marcos Salomón (CHACO DIA POR DIA)


Le advirtió el torturador a Raúl Junco, quien declaró este lunes ante el Tribunal Oral Federal. Se escucharon a otros cuatro testigos relacionados a la zona rural: Leopoldo Jordán, Laureano Guzmán y los hermanos Ángel y Héctor Berger.

Un poeta y cuatro hombres ligados a la zona rural chaqueña fueron los testigos ayer, en la continuidad del juicio oral y público por la Causa Caballero, en la que se juzga tormentos agravados ocurridos en la Brigada de Investigaciones y en la alcaidía policial entre 1975 y 1979.


Tragicómico


Raúl Junco contó su tragedia en clave de comedia, hasta de los momentos más atroces que le tocaron vivir logró sacar una sonrisa a propios y extraños (si hasta los imputados no pudieron disimular una sonrisa).


De alpargata, y vestido con elegante ropa de trabajo rural, contó que fue detenido el 4 de junio en la casa de Reynaldo Zapata Soñez –víctima de la Masacre de Margarita Belén- y que durante su detención el imputado Ramón Gandola, a pesar de conocerlo, le dio un duro golpe en la nuca.


Lo llevan a la Brigada de Investigaciones, donde le bajan el pantalón, mientras José Luis Patetta - otro de los imputados -, cuya descripción no fue del todo clara, le apuntaba a la cabeza con una pistola.


“Me pegué un cagazo y ahí se me vino la noche: picana y piñas sin parar, así me tenían”, relató Junco. Está 20 días, hasta que lo trasladan en la Alcaidía Policial, donde no dura mucho tiempo y es traído nuevamente a la Brigada.


“Encrucificado”


De nuevo en el Infierno, Junco es llevado por José María Cardozo (fallecido en el proceso) a uno de los sótanos de tortura. Lo atan al elástico de una cama, mientras “Cardocito me mostraba un crucifijo de aleación que me había regalado mi hermano”, narró.


Entonces, se preanunció el sadismo: “Ahora, te va a coger Dios”, le gritó Cardozo, mientras “me introduce en el ano el crucifijo”. La sesión de tortura no termina ahí: “Me pone picana”, justo en ese lugar, “y se rompió el crucifijo, desgarrándome el ano”, narró.


Irónicamente, todas estas sesiones de tormentos, supuestamente destinadas a quebrar al preso político para lograr que conteste pregunta, “nunca fueron acompañadas por un interrogatorio formal”. De hecho, “no preguntaban nada”.


Infierno


En la Brigada, Junco fue golpeado por Gabino Manader y José Francisco Rodríguez Valiente (ambos imputados), en el mismo lugar donde vio a Patricio Blas Tierno, que “estaba hecho pelota”, lugar al que describió muy gráficamente: “El que llegaba ligaba, no se pegaban entre ellos porque se conocían”, contó el testigo y las risas fueron infrenables.


Junco, que fue un detenido-desaparecido: “No me vio ni Jesucristo”, contó el remate de una conversación de antología, con un servicio de Inteligencia: “… Si ustedes saben dónde está Firmenich, vayan, agarrenlo y dejenme a mi”.


Apropiación de bienes


A Leopoldo Jordán, que tenía un aserradero en Machagai (aunque estaba asentado en Córdoba) lo detienen el 12 de febrero de 1977 (un día antes del cumpleaños de su hijo) por llevar a Raúl “Ñaró” Gómez Estibarribia - delegado de Ligas Agrarias en Corrientes - hasta Corzuela.


Mientras “Ñaró” fue ultimado de un itakazo en el campo donde presumiblemente se iba a esconder, Jordán fue detenido y tuvo que soportar la tortura en Brigada de Investigaciones, pasó por la alcaidía, la U7 y, para cuando salió de la cárcel, los torturadores de la dictadura cívico-militar se habían apropiado de todos sus bienes, al punto que su esposa e hijos debieron vivir de “la asistencia”. “Fue como el Martín Fierro, volver y encontrar el rancho abandonado”.


Campo arrasado


De los tres testigos restantes, todos estaban relacionados con Ligas Agrarias. El caso de los hermanos Ángel y Héctor Berger, detenidos por proteger al dirigente Carlos Oriansky, en un operativo encabezado por el imputado Patetta.


Según su relato, ambos fueron torturados y detenidos, el campo familiar fue quemado por bombas incendiarias arrojadas por un helicóptero del Ejército, mientras los torturadores se apropiaron de todos los bienes, incluido el dinero de un crédito bancario.


Por último, declaró Laureano Guzmán, otro detenido y torturado por pertenecer a Ligas Agrarias. Así terminó una audiencia, a la que el Tribunal Oral Federal intentó imprimir cierto ritmo.

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Publicado por ARGENPRESS en 15:08:00
Etiquetas: Argentina, Chaco, CHACO DIA POR DIA, dictadura, juicios, Justicia, militar, represores

LOS PAISAJES AMERICANOS DE ASHER B.DURAN.

Los paisajes americanos de Asher B. Durand (1796-1886)Exposiciones de arte




En los siglos pasados de la Edad Contemporánea se convertiría en una práctica habitual que la burguesía viajara con el fin de aproximarse un poco más al conocimiento de las raíces de su cultura. De esta manera, quedan un buen número de cuadernos de viajes ilustrados de la época que, en muchos casos, pertenecieron a personajes de relevancia artística. La Fundación Juan March ( Madrid, España ) se ocupa ahora de uno de estos autores en un monográfico pionero en Europa: el que expone la obra de Asher B. Durand, considerado uno de los paisajistas y grabadores norteamericanos más influyentes del s.XIX.


La exposición supone la primera muestra dedicada a Durand fuera de las fronteras estadounidenses, y recoge las dos vertientes de su obra: la física y la espiritual. Así, la muestra incluye no sólo geografías reales pintadas por Durand, literales, como las montañas Catskill o las Adirondacks, sino que es también una ventana a sus otros paisajes, los intelectuales; y es que "la de Durand es la América espiritualizada y naturalista de Thoreau, Emerson y Whitman, la de la emergente conciencia de nación con un destino y la del creciente cosmopolitismo de la Nueva York en torno a 1800, la de las influencias europeas y su transformación en tradiciones culturales –y también artísticas– vernáculas".

Un rico y complejo contexto que queda circunscrito a la estudiada selección de obras ahora expuestas, la mayoría de las cuales provienen de la colección de la New-York Historical Society. Una institución clave para la comprensión de la historia de la América moderna y guardiana, además, de la mayor colección de obras de un autor que, siglos después de su primer viaje "al viejo continente", regresa a Europa en una muestra que supone un puente entre culturas al tiempo que un viaje iniciático de retorno al pasado y a los propios cimientos.



Más información: Fundación Juan March
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sábado, 25 de septiembre de 2010

EL ILUSIONISTA...

El ilusionista,inicio su sesion con las magicas palabras de ABRA CADABRA,el teatro estaba atestado de personas incredulas,de pronto,e sintio un rugido,como de fiera prehistorica, los cimientos comenzaron a temblar,entonces levanto los brazos,y comenzo a levitar!!..fue cuando todo el mundo desaparecio!!

viernes, 24 de septiembre de 2010

EL SEPELIO...

EL SEPELIO...
El sepelio desemboco,en las cuatro esquinas del cementerio,una multitud luchaba por entrar,por la angosta puerta,otra marejada humana,se posiciono en los espacios laterales de la ancha plaza,entre llantos,rezos y murmullos,el feretro se balanceaba en los brazos de la multitud...frente a ala boveda que señala el unico lugar, irrevocable espacio de la muerte,abrieron la caja,para darle al difunto el ultimo adios!!..pero la caja estaba vacia...y la multitud en su desbandada rompio tapias y cruces,floreros y lapidas!!

miércoles, 22 de septiembre de 2010

LA ESCALERA MOJADA.

Todos estabamos en la parte alta de las escaleras,recogiendo las manzanas,arriba un cielo amenazante de color plomizo,una lluvia pertinaz que nubla los ojos,y el rugido del trueno,la estela de luz de los rayos,el olor de la estatica..hay voces anonimas en variados idiomas,a lo lejos el mugido de las vacas,el olor a pasto virgen,y la moñinga de vaca, de pronto ese golpe seco y aparatoso,y el ruido de una escalera que cae,un grito apagado de dolor,en lo que parece ser un sueño de tantos que interioriza nuestras metas y sueños,frente a la ventana solo cruzan sombras anonimas,y ruido de pies que se arrastran,la lampara de luz se enciende por unos segundos,pienso que hago parte de un sueño colectivo,mientras sacudimos la piel,la sinergia nos acopla a la cola del mundo,en una secuencia infinita,cuando escucho que LINDA,le dice a MALLOF,QUE ACABAN DE LLEGAR LOS MEDICOS,PARA CURAR A EL PACIENTE.

CUENTO LOS SIETE MENSAJEROS DE DINO BUZZATI.

Los siete mensajeros
[Cuento: Texto completo]
Dino Buzzati

Habiendo salido a explorar el reino de mi padre, día a día voy alejándome de la ciudad y las noticias que me llegan son cada vez más raras.

Comencé el viaje cuando tenía poco más de treinta años y han pasado ya más de ocho años, seis meses y quince días de ininterrumpido camino.

Creía, en el momento de partir, que en pocas semanas habría alcanzado los confines del reino; por el contrario, seguí encontrando nuevas gentes y países y en todas partes hombres que hablaban mi mismo idioma y que decían ser mis súbditos. A veces pienso que la brújula de mi geógrafo se ha enloquecido y que, creyendo avanzar siempre hacia el sur, en realidad damos vueltas sobre nuestros propios pasos sin aumentar jamás la distancia que nos separa de la capital; esto podría explicar por qué no estamos ahora junto a la extrema frontera.

Pero más frecuentemente me atormenta la duda de que este confín no existía, que el reino se extienda sin límite alguno y que, por más que yo avance, jamás podré arribar a la frontera. Empecé el viaje cuando tenía más de treinta años, demasiado tarde, quizás. Los amigos, los mismos familiares, se burlaban de mi proyecto, opinando que iba a despilfarrar los mejores años de mi vida. Pocos de mis leales, en realidad, aceptaron partir.

Si bien era algo descuidado -mucho más que ahora- me preocupé de poder comunicarme, durante el viaje, con mis seres queridos; entre los caballeros de la escolta elegí los siete mejores para que me sirvieran de mensajeros. Creí, ignorante de mí, que tener siete mensajeros era una verdadera exageración.

Con el transcurso del tiempo advertí, por el contrario, que eran ridículamente pocos, a pesar de que ninguno de ellos fue asaltado por los bandidos ni malogró su cabalgadura. Los siete me han servido con una tenacidad y una devoción que difícilmente podré recompensar.

Para distinguirlos con facilidad les puse nombres cuyas iniciales eran alfabéticamente progresivas: Alejandro, Benito, Carlos, Daniel, Eduardo, Federico, Gregorio.

Poco acostumbrado a estar lejos de mi casa, envié al primero, Alejandro, al caer la noche del segundo día de viaje, cuando habíamos recorrido ya unas ochenta leguas. A la noche siguiente, para asegurarme la continuidad de las comunicaciones, envié al segundo, después al tercero, después al cuarto, consecutivamente, hasta la octava tarde del viaje en que partió Gregorio. El primero todavía no había regresado.

Llegó la décima noche mientras acampábamos en un valle deshabitado. Supe por Alejandro que su rapidez había sido menor a la prevista; había pensado que, yendo separado y en un corcel inmejorable, podría recorrer en el mismo tiempo el doble de distancia que nosotros, pero no había recorrido el doble, sino sólo una vez y media; en unas jornadas, mientras nosotros avanzábamos cuarenta leguas, él avanzaba sesenta, pero no más.

Lo mismo pasó con los otros. Benito, que partió la tercera noche del viaje, retornó recién a la décima quinta; Carlos, que partió a la cuarta noche, nos alcanzó en la vigésima. Muy pronto comprendí que bastaba multiplicar por cinco los días que llevábamos viajando para saber cuándo volvería el mensajero.

Al alejarnos constantemente de la capital, el itinerario de los mensajeros se hacía cada vez más largo. Después de cincuenta días de camino el intervalo entre un arribo u otro comenzó a espaciarse sensiblemente; mientras antes veía llegar al campamento un mensajero cada cinco días, el intervalo llegó a hacerse de veinticinco días; la voz de mi ciudad, de esa manera, se volvía cada vez más apagada: pasábamos semanas enteras sin tener ninguna noticia.

Una vez que transcurrieron seis meses -ya habíamos atravesado los montes Fasani- el intervalo entre uno y otro arribo de los mensajeros aumentó a cuatro meses. Ahora ellos me traían noticias lejanas; el sobre me llegaba ajado, muchas veces con manchas de humedad, debido a las noches que el portador se había visto obligado a pasar al sereno.

Avanzábamos aún. En vano buscaba persuadirme de que las nubes que se deslizaban rápidamente sobre mí eran iguales a las de mi niñez, que el cielo de la ciudad lejana no era diferente de la cúpula azul que tenía sobre mí, que el aire era el mismo, igual el soplo del viento, idénticas las voces de los pájaros. Las nubes, el cielo, el aire, los vientos, los pájaros se me aparecían en verdad, como cosas nuevas y diversas; y yo me sentía extranjero.

¡Adelante! ¡Adelante! Vagabundos encontrados por la llanura me decían que los confines no estaban lejos. Yo incitaba a mis hombres a no descansar, borraba las palabras descorazonadoras que se formaban sobre sus labios.

Ya habían pasado cuatro años de mi partida. ¡Qué larga fatiga! La capital, mi casa, mi padre, se habían vuelto extrañamente remotos, casi no me parecían reales. Ahora pasaban fácilmente veinte meses entre las sucesivas apariciones de los mensajeros. Me traían curiosas misivas amarillentas por el tiempo y en ella encontraba nombres olvidados, modos de decir insólitos para mí, sentimientos que no lograba comprender. A la mañana siguiente, después de una sola noche de reposo, mientras nosotros nos poníamos en camino, el mensajero partía en dirección opuesta, llevando a la ciudad las cartas que yo había preparado en ese mismo tiempo.

Pero ya han transcurrido ocho años y medio. Esta noche cenaba solo en mi tienda cuando entró Daniel, que aún lograba sonreír, aunque estaba muerto de cansancio. Hace casi siete años que no lo veía. Durante todo este período larguísimo no ha hecho más que correr, atravesando praderas, bosques y desiertos, cambiando quién sabe cuántas veces de cabalgadura, para traerme el paquete de sobres que hasta ahora no he tenido deseos de abrir. Ya se fue a dormir y volverá a partir mañana mismo, al amanecer.

Partirá por última vez. Consultando el calendario calculé que, aunque todo salga bien, yo continuando mi camino como lo he hecho hasta ahora y él el suyo, no podré volver a ver a Daniel hasta dentro de treinta y cuatro años. Entonces tendré setenta y dos.

Pero comienzo a sentirme cansado y es probable que me muera antes. No lo volveré a ver. Dentro de treinta y cuatro años (quizás antes, mucho antes) Daniel descubrirá, inesperadamente, los fuegos de mi campamento y se preguntará por qué nunca antes le resultó el trayecto tan corto.

Como esta noche, el buen mensajero entrará en mi tienda con las cartas amarillas, llenas de absurdas noticias de un tiempo ya sepultado; pero se detendrá en el umbral y me verá inmóvil tendido sobre el camastro, flanqueado por dos soldados con antorchas, muerto.

¡Anda, pues, Daniel, y no me digas que soy cruel! Lleva mi último saludo a la ciudad donde nací. Tú eres la última ligazón con el mundo que en un tiempo fue también mío. Los mensajes recientes me han hecho saber que han cambiado muchas cosas, que mi padre ha muerto, que la corona pasó a mi hermano mayor, que me consideran perdido, que han construido altos palacios de piedra, allá, donde estaban las encinas a cuya sombra solíamos jugar. De cualquier manera, siempre seguirá siendo mi vieja patria. Tú eres la última atadura con ella, Daniel.

El quinto mensajero, Eduardo, que me alcanzará, si dios quiere, dentro de un año y ocho meses, no podrá volver a partir porque no tendrá tiempo de regresar. Después de ti, el silencio, ¡oh, dios mío!, a menos que encuentre los anhelados confines. Pero cuanto más avanzo, más me convenzo de que no existe frontera. No existe, sospecho, frontera alguna, por lo menos en el sentido que habitualmente le damos. No hay muralla de separación, ni ríos divisorios, ni montañas que cierran el paso. Probablemente atravesaré el límite sin ni siquiera advertirlo e, ignorante de mí, continuaré mi camino. Por eso he decidido que cuando Eduardo y los demás mensajeros, después de él, me alcancen nuevamente, en vez de volver a tomar el camino de la capital, se me adelante, para que yo pueda saber con anterioridad lo que me espera.

Desde hace un tiempo una ansiedad inusitada se apodera de mí por las noches y ya no se trata de la añoranza de las alegrías pasadas, como en los primeros tiempos del viaje; más bien es la impaciencia de conocer la tierra ignota a la que me dirijo.

Advierto -y no se lo he confiado hasta ahora a nadie- cómo de día en día, a medida que avanzo hacia la improbable meta, el cielo irradia una luz insólita como jamás había visto, ni siquiera en sueños. Ha quedado definitivamente atrás el último cielo azul.

Las plantas, los montes, los ríos que atravesamos, parecen hechos de una esencia diferente de lo ya conocido y el aire me acerca presagios que no sé transmitir.

Una nueva esperanza me llevará mañana por la mañana aun más adelante, en dirección a aquella montaña inexplorada que ahora ocultan las sombras de la noche. Una vez más levantaré el campamento, y Daniel desaparecerá en el horizonte en dirección opuesta, para llevar a la ciudad remota mi inútil mensaje.

FIN

martes, 21 de septiembre de 2010

FRANCIA HACE LAS PACES CON MONET.

Francia 'hace las paces' con Monet .Temas destacados

Organizada por la Réunion des musées nationaux y el Musée d'Orsay, la exposición Claude Monet 1840-1926 es la primera monográfica dedicada a este autor en Francia desde la gran retrospectiva realizada en 1980 en París, en las Galeries nationales. En esta ocasión, la institución vuelve a albergar la obra del impresionista -200 piezas cedidas por coleccionistas de todo el mundo-, expuesta bajo la lupa de las últimas investigaciones llevadas a cabo en torno a su producción. Un conjunto que trata de abarcar la complejidad y riqueza de la carrera de un autor, de referencia obligada en el resto del mundo, que ahora busca en su país de origen el reconocimiento que merece en su justa medida.


Más de sesenta años de trayectoria a lo largo de los cuales Monet desarrolló y evolucionó una "obra que encarna la expresión más pura del expresionismo , para formar en el s.XX uno de los pilares del arte moderno" y que ahora se recogen en una exposición que, organizada en base a los principales temas y fechas, trata de abarcar toda esta carrera artística, desde principios de 1869 hasta sus últimos lienzos correspondientes al ciclo de Nymphéas del Musée de l'Orangerie.

Así, la muestra recoge muchos de sus paisajes, figuras o naturalezas muertas, e incluye piezas icónicas como su polémico Desayuno sobre la hierba o sus famosos Nenúfares, ya mencionados. Un compendio, cedido en pocas ocasiones anteriormente, que procede en buena parte del Museo de Orsay y forma un conjunto único dentro de la exposición, junto a otras pinturas de importantes colecciones extranjeras. Doscientas pinturas procedentes de puntos del mundo tan diversos como Australia, Brasil, EE.UU., Países Bajos o Rusia, que vienen a conformar una visión de conjunto del personal mundo de Monet, en el que se da la mano su propio y poético universo con un profundo apego a la naturaleza. Una obra plagada de luz, color y una atmósfera que es el resultado de la particular comprensión artística de un autor a quien tendrán la oportunidad de redescubrir a lo largo de los próximos meses sus propios compatriotas, gracias a una exposición única e ineludible.

lunes, 20 de septiembre de 2010

FIDEL CASTRO Y SU CONFLICTO CON LA MUERTE.

“Nadie detiene al que se va…si lo hace con gusto…”

Anónimo.

www.mauriciopabon.blogspot.com

Fidel Castro y su Conflicto con la Muerte.

POR: Mauricio Pabón Lozano.

Castro; quien rueda por estos días, por los ochenta y cuatro, se niega con diplomacia, a partir de este mundo. No porque esté aferrado a la vida, lo que ocurre, según sus palabras; “aun tengo cosas qué hacer”.

Recordado como el hombre de los asaltos, sus amigos saben, que su capacidad de diálogo, puede concertar con la existencia que se nos va de los recuerdos. Alguna vez en la sierra, enfrentó las horas de peligro con la tranquilidad mas desesperada que se tenga noticia, en la historia de la guerra. Antes de tocar la fatídica edad de los catorce años, amenazó con incendiar la casa paterna, si no lo mandaban al día siguiente a la escuela. Aunque esto no se puede confirmar; no hay duda que nunca ha temido morir.

Él en cincuenta y nueve años de vida revolucionaria, ha mantenido el planteamiento de vivir la vida porque vale la pena vivirla: esto no implica que no haya estado dispuesto a morir por un ideal; lo que explica esa acción frente la vida, es continuar siendo el compañero de los pobres. Pero, lejos de cualquier interpretación existencialista, lo que ha sido en realidad Fidel Castro, es el ser humano que no ha dejado de compartir los treinta dólares que gana al mes, en su condición de comandante.

Entonces, la razón de su existencia es esta: la defensa de la vida.







Desde los días de la Operación Carlota; pasando por el camino espinado de Playa Girón, la Crisis de Octubre, el Periodo Especial, el secuestro de mi amigo Elián González y el cautiverio pre-histórico de los cinco hermanos, no le han podido resolver un problema inconcluso: ¿por qué tanto amor por la humanidad?

Algunos dicen que no tiene razón. Otros; que es un torpe en materia económica. No obstante: ¿qué es la política? ¿No es acaso, una o muchas mediadas económicas? ¿Por qué en Cuba no muere un niño de desnutrición? Porque la situación de Cuba ha sido una larga lucha a favor de la vida.

La miopía política insulta.

Cuando uno vive en Miami olvida muchas cosas.

Así, en ese orden de esclarecer los asuntos; es fácil decir que Fidel ya no es el joven, el estudiante, el romántico, el atleta, el guerrillero. Sin embargo; ¿qué puede importar esto, cuando se ha vivido para que multitud de niños vivan felices y libres? Cuando se puede consagrar una vida a lo justo, cuando vivir signifique no atropellar al otro, cuando ser amigo sea no pedirle plata prestada, cuando dar de dos camisas de seda una sea un deber; cuando dar la mano no sea un acuerdo jurídico, cuando uno calle para no insultar, cuando uno acepte la muerte como la peor de las bendiciones; cuando uno acepte que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz, y que puede más el amor que el odio porque hay en el mundo más flores que serpientes; cuando unos pocos acepten que el mundo no es de ellos y que nosotros no tenemos para pagar la renta; cuando se garantice un mundo sin bombas atómicas: el pensamiento de Fidel Castro Ruz será entendido.

CARACAS 9 DE SEPTIEMBRE DE 2010.

domingo, 19 de septiembre de 2010

ACERCA DE MADAME BOVARY DE FLAUBERT.

Es una novela realista del siglo XIX. Su autor es Gustave Flaubert, nacido en Champagne (Francia) y es un gran escritor.
A mí, personalmente, su novela me ha gustado mucho, el tema es sobre una mujer de la clase media francesa con altas pretensiones que se casa con un médico dedicado de lleno a su profesión. Ella es una señorita educada en un colegio de monjas y el autor nos relata su vida.
En aquella época la vida de la mujer se limitaba a la obediencia y la dedicación a la familia y a ella eso no le llenaba demasiado pues tenía otras inquietudes que quedan muy bien reflejadas durante toda la novela.
No puede una pasar por alto lo dura que era en aquella época ser mujer.
Afortunadamente la mujer ha ido haciéndose un hueco en la sociedad y puede dedicarse a lo que le guste sin temor de que nadie le reproche nada ni tener que pedir permiso para poder tomar sus propias decisiones.
Ánimo a leerla; es muy buena.


Tersita García Villalba.
Aula de la Mujer. San Antonio.






Algunos secretos del libro


Flaubert escribió Madame Bovary entre 1851 y 1856. Ese mismo año aparece por entregas en la revista Revue de Paris, entre el 1 de octubre y el 15 de diciembre, y meses después, el 12 de abril de 1857, como volumen. El libro “le trajo un proceso por falta de respeto a la moral. En pleno siglo XX, La Congregación del Santo Oficio lo sumó a la lista de libros “pornográficos”y la Sagrada Congregación en el Índice de Libros que contradicen la doctrina católica. En España, 1961, el editor Gonzalo Losada fue condenado a un mes de prisión y el traductor Miguel Amibilia a seis por publicarlo. El escándalo procuró a Flaubert un gran éxito, que le permitió viajar a Cartago, entre abril y junio de 1858, para documentarse para su siguiente novela, “Salambó”. Lo escribió mientras leía la Filosofía positiva de Comte, quien predica “el cómo, no el porqué, el hecho, no la idea”. De este modo, Flaubert en su Madame Bovary, “no contento con negar todo heroísmo, hace pasar este mismo afán bajo las horcas caudinas de la asperísima realidad”. “Madame Bovary soy soy” es la frase tópico que se atribuye a Flaubert. Sin embargo, su biógrafo Frederick Brown afirma que jamás la dijo ni escribió. Madame Bovary no hubiera podido escribir Madame Bovary, escribir es tomar distancia. Así advirtió: “El futuro nos tortura, y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente”; “Tened cuidado con la tristeza, es un vicio”. Adaptada al cine por Jean Renoir (1933), Minnelli (1949), Chabrol (1991) y Fywell (2000), no ha dejado de tener actualidad. En enero de 2007 apareció en el segundo puesto de la lista de “Time” de los 10 mejores libros de todos los tiempos.

sábado, 18 de septiembre de 2010

EN QUE ANDA LA LITERATURA FRANCESA?

¿En qué anda la literatura francesa?
Por: Juan Gabriel Vásquez
Hace unos dias escribi para un periodico español, un artículo sobre la situacion actual de la literatura francesa.

En mi texto me ponía a recordar una portada de la revista Time que generó un debate casi violento hace un año y medio: se trataba de la imagen del mimo Marcel Marceau sosteniendo una flor con expresión de profunda tristeza, y, al lado del mimo, el siguiente titular: “La muerte de la cultura francesa”. El titular era una exageración y una caricatura, pero en el fondo latía una preocupación que nos ha embargado a los francófilos durante varias décadas: ¿en qué anda la novela francesa? En el país de Flaubert y Stendhal y Balzac, que básicamente inventaron, junto con sus contemporáneos rusos, el arte de la novela moderna, ¿en qué andan los novelistas?

Después del estallido inverosímil del siglo XIX Francia fue todavía capaz de ver a Proust primero y a Céline después y a Camus más tarde. Y luego está el fenómeno del Nouveau roman, la nueva novela francesa cuyo manifiesto salió hace unos cincuenta años de la mano de Alain Robbe-Grillet. Y bueno, ya se sabe lo que suele pasar con los manifiestos: o envejecen ellos o envejece lo que manifiestan. Eso que se llamó Nueva novela francesa produjo, como casi todas las escuelas con teoría previa, una práctica que sólo interesaba a los practicantes o a quienes aspiraban a ser uno de ellos; produjo también un ambiente de secta que casa muy mal con la literatura de verdad, uno de los pocos lugares en el mundo adonde uno va para que no le digan cómo tiene que comportarse (cómo tiene que leer, cómo tiene que escribir). La nueva novela francesa, en su repudio de la historia y los personajes, se convirtió muy rápido en un experimentalismo vacío y más bien fútil, lo más parecido a una masturbación intelectual. La mala noticia fue que su influencia fue fuerte; la buena noticia es que esa influencia lleva un par de décadas en franca recesión, y hoy ya casi ha desaparecido por completo.

La literatura francesa que se escribe hoy es lo contrario del ejercicio ególatra y a fin de cuentas inconducente de la Nueva novela. La identificación de la literatura francesa con una manera más o menos sofisticada de mirarse el ombligo es cosa del pasado, y los novelistas de hoy suelen estar dispuestos, como los grandes de antes, a que sus ficciones nos traigan noticias del mundo. La concesión del Nobel a Le Clézio, un viajero incansable que habla varias lenguas y ha vivido en varios continentes, es la punta del iceberg: debajo del agua hay una cantidad nada despreciable de novelistas que vuelven a mirar hacia fuera, y eso se debe en parte a que muchos de ellos vienen de fuera: de Afganistán, como Atiq Rahimi, o de Estados Unidos, como Jonathan Littell, o de Rusia, como Andréi Makine. Y eso por no hablar de los novelistas de las ex colonias, como el extraordinario Patrick Chamoiseau, o de tránsfugas como Milan Kundera: gente de orígenes mestizos cuya lengua francesa es producto del mestizaje. Así las cosas, no sorprende que los mejores, entre los nacidos en el hexágono, sean los que han vuelto a mirar hacia fuera: Olivier Rolin, que escribe sobre franceses en Sudán o Tierra del Fuego, o Jean Echenoz, que escribe sobre atletas checos. Con ellos, la novela francesa ha vuelto a ser lo que fue.

Y eso es una buena noticia.

LA LUZ DEL NUEVO ARTE.

El título de la convocatoria establece un tiempo unido a una realidad tajante. Sin embargo las centurias, como todo lo creado por el hombre, arrastran consigo una cierta arbitrariedad y, como toda secuencia, se alimentan de sus predecesoras para ser, existir (no son lo mismo ni se escriben igual) y servir de base a las que le siguen.


El tiempo siempre queda, es la gente la que pasa, melancoliza el fado sin tiempo en dos frases que resumen la ineludible liason entre estos dos entes que se retroalimentan. Al fin y al cabo es el hombre, como lo hiciera con los dioses, quien inventó el tiempo…y desaparecerá con él.


Así, en este sobrepoblado S.XXI, de conflictos sin resolver, violentos cambios climáticos (dan gana de escribir climatéricos), en el que el ser humano hace metástasis en todo el planeta, el arte adquiere dimensiones acordes con el despropósito, la creatividad, la desmesura, el reciclaje y una sensación de fragilidad en medio de la avalancha de información para un individuo cada vez más atomizado. Eva era el 50% de la población…


Lo que más sorprende del arte actual es su vitalidad, el ejército de cultores que insisten en crear en una gama ilimitada de expresiones y con herramientas tan disímiles, que galerías y museos han perdido esa uniformidad que los caracterizaba, de paredes tapizadas de cuadros decididos a derrotar al tiempo y alguna obra tridimensional que, hasta el S. XX se llamaba simplemente escultura.


Variedad y, a menudo, fragilidad. Arte casi efímero, como los ya añejos happennings.


El libro “ART NOW, 137artistas al comienzo del S. XXI”, publicado por la siempre didáctica editorial Tashen, constituye un estupenda referencia para quien desee asomarse a esta realidad coetánea que, como siempre, será descifrada en los años o siglos venideros.


Cada párrafo multiplicado en tres idiomas, contiene una breve explicación, concisa y, sobre todo, accesible al gran público, con reproducciones de las obras que, a juicio de Uta & Burkhard, sus autores, son las más representativas del artista tratado.





Otra característica del arte contemporáneo, perdón del S. XXI, es la lectura sin “pistas” que revelen la nacionalidad de obras y artistas, como los malls, sus anuncios, sus marcas y sus vitrinas, pueden atrapar al viajero desprevenido sin saber en qué punto del planeta se encuentra. Globalización que le llaman. Así un Daniele Bruetti nacido en Fribourg contrasta sus fotos de pieles de hermosas modelos alteradas por crueles tatuajes (pág. 72), con un Rirkrit Tiravanija Thäi apellido y argentinísimo nacimiento (pág. 504). Fiona Tank, nacida en Indonesia es el ejemplo de la interculturalidad y el entrecruzamiento de razas y fronteras (madre australiana, raza trasplantada), presenta sus fotografías/instalaciones y sus videos porque para ella la idea del pasado, de la historia, es un concepto creado por el hombre. Es como el museo, una institución del S. XIX. Sin embargo es en los museos donde principalmente expone.





Un conocido del S. XX, el brasilero Ernesto Neto (pág.336), con sus envolventes estructuras-carpa de licra, sumerge al espectador en las voluptuosidades de un espacio que pende y se estira en cuerpos imaginados como construcciones arquitectónicas y como paisajes a la vez. Won Ju Lim (pág. 272), escultora y “artista de instalaciones”, nos habla de una Korea moderna y multicolor a través de maquetas e instalaciones donde la luz juega un papel fundamental. “El origen del mundo” del decimonónico Courbet, trasegado y oculto por más de un siglo, se multiplica en “autofotografías” y perfomances en vivo de la vienesa Elke Krystufek (pág. 252), que decidió renunciar a su privacidad y hacer de su vida una obra de arte.





El libro de Tashen enfrenta sin prejuicios, los oil on canvas del, como no, norteamericano John Currin (pág. 100), con figuras que recuerdan los artistas flamencos et alias que obligan a una segunda lectura plagada de ironía y kitsch, a una delicada egipcia, Ghada Amer (pág. 36) que combina el bordado tradicional pespunteando desnudos femeninos con versos del Corán con prohibiciones para la Mujer. El inefable Jeff Koons (pág. 244), artista sin fisuras, más conocido por su relación con la actriz porno conocida como la Cicciolina.





Un caso emblemático es la figura y la obra de Daniel Hirsch, el artista de los animales en formol y las calaveras con diamantes. En él se conjuga la creatividad y un agudo sentido comercial que lo llevó a renegar de los galeristas y hacer un remate con sus obras, meses antes del crack financiero que aun tiene a las economías, especialmente las del primer mundo, tambaleando. Recaudó 100 millones de dólares. Al poco tiempo los precios en el mercado del arte se desplomaron.


Las referencias son innumerables, a este libro al cual nos referimos le han seguido otros dos, tan voluminosos y reveladores como este.


Si bien es aventurado llegar a conclusiones definitivas, destaca el manejo del espacio que los artistas del S. XXI desarrollan, aunque se trate de obras planas, “tradicionales”, el eclecticismo de las propuestas, el uso indiscriminado de todo tipo de materiales aplicados a cualquier tema, desde la figuración “clásica”, el expresionismo, el realismo llevado a la desmesura en tamaños y materiales, al abstraccionismo y la apropiación sin complejo alguno de obras ajenas intervenidas, modificadas, “deconstruídas” y rehechas hasta volverlas algo personal y único.





El paso de un milenio a otro, que tantas expectativas despertara, se vuelve lo que siempre fue: creación del hombre destruyendo esperanza efímeras, trampa de las matemáticas y de quienes quisieron poner orden en el tiempo. Al fin y al cabo nunca hubo un año cero.


El arte que se ha hecho en esta primera década parece un resumen de todas las anteriores y, en el aparente agotamiento de temas y medios para expresarse, los artistas desafían, reciclan, replantean en la certeza y la desorientación de un futuro muy próximo y ominoso.
Jaime Bergamín Leighton es arquitecto, chileno de origen, vive en Caracas, Venezuela y, según él mismo dice, "a veces escribe…"

martes, 14 de septiembre de 2010

CLAVELES PARA UN ENTIERRO CUALQUIERA. CUENTO DE MAURICIO PABON LOZANO.

Claveles para un entierro cualquiera.






Aquella tarde triste recordaba sin calma el libro de Milan Kundera La insoportable levedad del ser. Y me dije a mi mismo si la levedad no era un invento del autor para liquidar malos recuerdos.

Porque es así, lo terrible de la literatura es ello; la inseparable desdicha de tener que colocarle vida a un muerto que solo está muerto en el cerebro del autor que no sabe si es el muerto el que le coloca vida a él o alguna vez imaginó que a los muertos se le podía colocar vida, o en realidad no existe la vida, o mejor, esa vida que tenemos ahora, que permite que yo sostenga este lápiz, y tu leas que anterior a esto escribí que yo sostenga este lápiz. Aferrado a esos recuerdos pensé en ti. Pero creo que mis pensamientos no tienen validez; solo tienen validez cuando hago el amor contigo. ¿Y lo recuerdas? “No lo recuerdo Mateo, no puedo hacer el amor con un hombre que escribe haciendo el amor; y hace el amor escribiendo”.



Ese ejercicio de pensar, hacer el amor, recordar La insoportable levedad del ser, caminar despacio para no ver en la esquina a un hijo de puta que siempre sueña con burlarse de mí, llegar a la biblioteca, saludar a los mismos amigos, el café de la tarde, y volver a pensar en mi país ocupado.

Quizá en ese ejercicio se pueda encontrar el retrato de mi vida.

Esas fosas comunes me oprimen.

Torrado no puede morir derrotado.

¿Y cómo puedo recordar a esos muertos olvidados, que no les fue posible despedirse de los suyos, una vez la sierra eléctrica cruzó su existencia, dejaron este plano con los ojos abiertos?

“Tienes que vivir Mateo, es probable que en Caracas te publiquen, y ganes algún amigo”. ¿Y si estoy derrotado? ¿Si he caído en la trampa de vivir para no morir, o si he muerto y estoy viviendo la vida de otra vida, los recuerdos de una vida que viví, la muerte de otra vida, o todo esto no es cierto, que alguien está viviendo por mi, que yo no soy Mateo Torrado, y este papel que ahora tienes en la mano, fue el castigo sutil, de un sueño menos triste, que tener que pagar un recibo de luz tan costoso, cuando llevo dos años sin vivir en esa casa?



Hemos cagado en el mismo inodoro.



¿Soy comunista? ¿Qué cosa es el comunismo? ¿Es el comunismo una cosa?

“Eres comunista Torrado, no eres otra cosa. El comunismo es la cosa de la cosa como las cosas que ya no son cosas porque dejaron de ser cosas”.

¿Pero no he pensado hacer dinero? ¿Tener una gloria con cada palabra que vive en mi cerebro? ¿En hacer de mi cerebro una gloria que no es gloria, en glorificar lo minúsculo, en celebrar la alegría de lo honesto, abreviar los besos que ya no puedo recuperar, en diagnosticar la esperanza que no tengo, extirpar todo recuerdo personal?



Intenté situarme como gloria de astros oscuros, de todo lo que hablamos anoche, cuando dijiste Mateo eres el primer escritor que conozco.



Y yo soy el primer escritor que desconozco. Dije. Luego “Los Girasoles de Vicent van Gogh son bellos”, y la discusión del neófito que soy.



“Torrado: has soportado hambre por no venderte, la gloria que mereces tu no la consideras gloria porque gloria para ti no es gloria, si me dejas tocarte la mano con la mano que tu dices que es tu gloria. Cada palabra que vive en tu cerebro, es un cerebro de palabras pensadas en sentido opuesto del verbo, colocado en un cuento tuyo, traducido en un idioma colosal, cuando me dijiste: odio ver cortar mis palabras en un idioma cortado con corta uñas y diseñado por un diagramador esquizofrénico de Frankfurt, borracho por un insoportable olor en las axilas y traductor de otros dioses a quien el mismo Mefistófeles no recuerda. Llevas toda la noche haciéndome el amor y…”



El descaro de aquellos días cuando sin centavos caminé unas calles llenas de sangre inofensiva por la lascivia espesa de los invasores de otros mundos sin poder detenerlos y no tolerar las ganas de expulsar los alimentos en el único inodoro donde tú muchos y yo hemos cagado.



Odiseo tu que viajas dime dónde oculté las armas para desterrarlos de la patria prostituida.



Soy Mateo Torrado quien busca claveles para los muertos que no maté pero que maté por olvidarlos como hacen todos hoy que estamos muriendo todos los días.



Yo he vencido a mi Edipo, he sanado las heridas del incesto, he recuperado la cordura perpetua que no es perpetua pero vive en el incesto de tantos incestos perdidos en las noches tranquilas del verano.



Mis ojos salidos de su orbita resistieron la presión abstracta de pinturas mal trazadas por manejar códigos complejos; pecados rojos y blancos, ocre, y un color que no encuentro en mis recuerdos pero es parecido a la mierda seca.



Inventar palabras para esos muertos nuestros también fue uno de mis oficios favoritos.



Tener claro dos mas dos no son cuatro y la TA normal no es 120 con 70.



La Diástole y la sistólica no concertaron con el paciente; era hora de decretar la ternura.



Todo este malestar social me llevo a la República Cooperativa de Guyana.



Torrado estaba destinado a otra empresa.



Yo el hijo de Enrique, Mateo Torrado, caminé aquél país sin un centavo en el bolsillo.



El arte del cuento no puede ser una situación un personaje…

¡Ya basta! El inicio, el nudo y el desenlace hay que llevarlo a un desenlace donde el nudo sea el inicio, y para decirlo de otra forma, el inicio sea el verbo, situar el verbo arriba, en el primer párrafo de la cuartilla.



Si busqué en seis países claveles para mis muertos, debo buscar un nuevo arranque, un nuevo nudo intraducible y un nuevo desemboque para mis cuentos. La frase tiene que tener un valor congénito. Torrado no puede ni debe ser derrotado por la ambigüedad. Los hombres honestos saben que lo corrosivo empantana una buena intención y mutila las alas de una producción de buen aliento.



Una pila de mierda bien decorada puede ser un buen regalo para un traidor.



El arte debe encontrarse así mismo, como el niño que camina con la manito en el agujero del bolsillo trasero del padre.



Las buenas metáforas se escriben luego de hacer el amor.

Aunque esta regla, Torrado, no es completa.

Cierto es, los santos escritores, de cuando en cuando, se dejaron caer la mano en la méntula.



Toda literatura tiene sus limitaciones, y en ella, como se ha dicho, no hay originales. Hoy ya no damos crédito a las mentes privilegiadas; el talento es caprichoso. Una voz formidable puede nacer detrás de un arrabal. Y en los centros privilegiados (algunas veces), nacen gases lacrimógenos para el espíritu.



Todos los que murieron a manos de los aserradores humanos, deben estar divagando en los sueños más dulces de los asesinos.



Los claveles que reuní en seis países, los dedico a las victimas de esta mala racha que vive la patria. Los dedico a Martín que dejó tres hijos. A María, Leonor, Inés, Luís y Gerardo, que fueron mutilados con la sierra asesina.

La neurología no ha logrado explicar el fenómeno del delirio. Es donde la literatura entra a jugar su rol, para contar este delirio colectivo.



Tal vez no soy yo, Torrado, el que escribe. Hay relatos que el lector no puede leer; porque en muchos casos es el relato el que lee al lector.

Torrado tiene como objetivo, plantear una nueva teoría del cuento, aunque, no sé como explicarla.



Acabo se recibir una llamada inesperada. Quien hablaba a través del cable, es una mujer que se acerca a los 30.

Pedía una cosa imposible: hacer el amor por teléfono. Hablamos tres cosas y confieso que me encuentro trabajando en Claveles para un entierro cualquiera. “Puedes hacer lo que siempre has hecho, hacer el amor y escribir, o escribir y hacer el amor”. Dijo. ¿Cómo puede afirmar tal cosa? Una mujer que está al borde de los treinta años, descubre un nuevo tipo de sexualidad. Es la misma experiencia del hombre que se masturba por vez primera.

La vida sexual de un escritor, está supeditada a los deseos carnales de una mujer…



Fusionar escritura, sexo, fotografía, pintura, música, teléfonos, cables, relojes, un frasco cualquiera, revistas de ciencia económica, las relaciones bursátiles, los cambios climáticos, la guerra que hoy se vive por el agua, los testigos de Jehová, los mormones, una cama, un cuanto de baño, los auto buses que van de Santa Teresa del Tuy a Caracas, los diccionarios, los curas, políticos, economistas, abogados, estafadores, Changó, un babalao, una tía con ganas de sexo, ninfomanía, un electrocardiograma, amitriptilina, la depresión del espíritu, la bolsa de New York, la crisis económica mundial, La India, el contrabando, sinónimos, antónimos, La Escuela de las Ameritas, el 11 de septiembre de 1973 en Chile, abril del año 2002 en Venezuela, el libertador Simón Bolívar, la guerra de las Malvinas, Gandhi, Marx, Lenin, Martin Luther King, Perón, Cuba, los habanos, sexo oral, oradores, zapateros, Terrorismo de Estado, Palestina, Libia, Irán, el fin del hombre en la tierra, Puerto Rico libre, el desarme atómico, cenar con una mujer inteligente, automóviles, aviones, trenes, submarinos, marinos y agricultores, es uno de los desafíos del escritor de hoy.

lunes, 13 de septiembre de 2010

REVISTA TALLER LUNA Y SOL,NUMERO 32.EROTISMO.

Revista taller Luna y Sol 32, Eros en la Costa, 44 páginas cargadas de erotismo y mucho sabor. Poetas y poetisas invitados: Jorge Marel,, Miguel iriarte , , Guillermo Tedio,César Molina, Carmen Tigra, Raquel Martínez, Elizabeth Quezada, Dennis Talavera Rosario Alonso, Lidia Corcione, Juan Carlos Céspedes, Dina Luz Pardo olaya, Astrid Sofía Pedraza, Ana Julia Cepeda Cepeda, Isidra de la Vega, Patry Pacheco, Ubaldina Diaz, Tito mejía Sarmiento, Mayra Alejandra, Dalit Escorcia, Juan Carlos Steffens, Oscar Barrios, Alexander Mejía, Fulton Púa, Carmen García, Yajaira Pinilla, Rosa Herrera, Celso Montoya y Julieth Lobo Navarro. Lista completa. con 4 invitados internacionales

jueves, 9 de septiembre de 2010

LUCHANDO CONTRA EL OLEAJE..

Luchando contra el oleaje,vi al padre que naufraga en medio de las fuertes olas,su hijo esta en el desierto para palpar la condicion humana,y alla en el filo del horizonte,el espiritud alza el vuelo,por encima de todas las miserias,mas alla de todas las formas,en una secuencia infinita de nacer y perecer!!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Sobre el filo de las 7 de la noche,aparecio esa bola de fuego,con una larga cola,iluminando de repente el cielo estrellado,y la poblacion presa de panico o terror,comenzo a gritar,a llorar,a arrodillarse,y a correr desesperada hacia la playa...la luz,era tan fuerte, que no se reflejaba ninguna sombra!!al parecer el mundo en esta ocasion iva a acabarse en fisica candela!! entonces una fila interminable de desesperadas victimas entraban al mar...

domingo, 5 de septiembre de 2010

CORRIENDO SOBRE EL MAR..

Alguien llego a la playa, diciendole que su hija menor se ahogaba en el mar,y salto veloz, y comenzo a correr sobre las olas del mar,al fondo los brazos de la nena se agitaban,y escuchaba sus ultimos gritos....llego al punto, y la cargo sobre su espalda,y emprendio el retorno hacia la playa de nuevo corriendo.... a 10 metros de la playa, su mujer le dice..y como lo consegiste? y el responde..querer es poder!! no lo habia pensado,en que no se puede correr sobre el mar!! y depronto se hundieron todos para siempre!!