2666, el combate a muerte de Roberto Bolaño
Aclamada por la crítica, es una narración desmesurada y bizarra. Dividida en cinco episodios, con numerosos protagonistas, transita entre América y Europa, atraviesa el siglo XX y desemboca en el desierto de Sonora.
En un pasaje de 2666, la novela póstuma de Roberto Bolaño, Amalfitano -uno de los protagonistas- conversa con un farmacéutico amante de la lectura. Le pregunta qué libros prefiere y el farmacéutico responde que le gustan las obras menores en lugar de las mayores. Es decir, que de Kafka prefiere La Metamorfosis antes que El Proceso; Bartleby en lugar de Moby Dick, en el caso de Melville, y de Dickens Un Cuento de Navidad por sobre Historia de Dos Ciudades.
"Qué triste paradoja, pensó Amalfitano. Ya ni los farmacéuticos ilustrados se atreven con las grandes obras, imperfectas, torrenciales, las que abren camino en lo desconocido. Escogen los ejercicios perfectos de los grandes maestros. O lo que es lo mismo: quieren ver a los grandes maestros en sesiones de esgrima de entrenamiento, pero no quieren saber nada de los combates de verdad, en donde los maestros luchan contra aquello, ese aquello que nos atemoriza a todos, ese aquello que acoquina y encacha, y hay sangre y heridas mortales y fetidez", relata Bolaño.
2666, por cierto, no es una clase de esgrima. 2666 es una combate a muerte, una gran arena de lucha donde Bolaño se enfrenta a una bestia inconmensurable, sin rostro, o de múltiples rostros, que no son más que las caras del horror.
Ya se sabe: el autor de Los Detectives Salvajes la escribió mientras daba una lucha silenciosa contra la muerte. Alguna vez definió esta novela -publicada a un año de su fallecimiento- como una superproducción. Una superproducción de 1.119 páginas, con varios protagonistas, cientos, miles de extras, que transita entre América y Europa, atraviesa el siglo XX y donde hay sangre, sexo y mucha literatura.
Novela Godzilla
Embarcarse en la lectura de 2666 es entrar a la casa de Dorothy, de El Mago de Oz, en el momento preciso en que el tornado se la lleva por los aires, pero en lugar de aterrizar en Ciudad Esmeralda el lector cae en un desierto lleno de reptiles y de huesos, un cementerio de zombies a pleno sol: Pedro Páramo filmado por David Lynch.
"Ante la posibilidad de una muerte próxima, Roberto dejó instrucciones de que su novela 2666 se publicara dividida en cinco libros que se corresponden con las cinco partes de la novela", dicen los herederos en una nota introductoria. "Con esta decisión, comunicada días antes de su muerte por el propio Roberto a Jorge Herralde (editor de Anagrama), creía dejar solventado el futuro económico de sus hijos".
Finalmente, sus herederos decidieron publicarla en un solo y godzilliano tomo para resguardar el sentido integral del libro.
El episodio uno es la historia de cuatro críticos fans de un escritor tránsfuga, el alemán Benno von Archimboldi, de quien, como un héroe enmascarado, nadie sabe dónde vive ni conoce su rostro.
Los críticos son el español Espinoza, el francés Pelletier, el italiano Morini y la británica Liz Norton, quienes viven en función del gurú enmascarado y protagonizan una relación erótica a tres bandas. Su historia desemboca en Santa Teresa, México, en el desierto de Sonora, donde supuestamente ha sido visto Archimboldi.
Santa Teresa es el doble, en la ficción, de Ciudad Juárez, sitio donde han muerto asesinadas y muchas veces violadas y torturadas cerca de 400 mujeres en la última década, sin que aún haya culpables.
En Santa Teresa los críticos conocen a Amalfitano, un profesor chileno exiliado, protagonista del episodio dos. Amalfitano vive en Santa Teresa con su hija Rosa, después de haber sido abandonado en Barcelona por su mujer, Lola, obsesionada con un poeta encerrado en un manicomio. Amalfitano -también admirador de Archimboldi- pasa horas contemplando un libro -Testamento Geométrico- colgado en una pared como si fuera un ready-made.
En la tercera parte, el periodista negro norteamericano Oscar Fate llega a Santa Teresa para cubrir un match de boxeo y se topa con un vertedero donde habitan hampones, mafiosos, drogadictos y putas, y donde aparecen aquí y allá -en una acequia, en un sitio eriazo- cuerpos sin vida de muchachas asesinadas.
El cuarto episodio es un relato pormenorizado, policial, forense, de más de 100 crímenes, y de las pesquisas de los policías, los reportes de prensa, las andanzas de políticos y delincuentes y la detención de Klaus Hass, un gigante que parece responder a la descripción del venerado Archimboldi.
El quinto es la historia del autor enmascarado, cuyo verdadero nombre es Hans Reiter, ex prisionero de un campo de concentración nazi y pariente de Klaus.
Adiós amigos
Cinco relatos -y muchos más, con infinitos ecos- unidos por la figura de Archimboldi y cruzados por el horror, el caos y la muerte: la historia de Europa como un gran Auschwitz, Latinoamérica como un escenario post-atómico, y 2666, el extraño título, como la fecha de un futuro abismal. Una cifra anunciada en su novela Amuleto (1999), donde la protagonista alucina con un cementerio olvidado del año 2666.
Desmesurada, ambiciosa, bizarra, la novela ha recibido aplausos de la crítica española. "De lo que no cabe duda es que nos hallamos ante la obra de un genio: una obra de inmensa lucidez e inmensa sabiduría narrativa", comentó el diario ABC.
"Una novela que sabe correr todos los riesgos y que acepta todo tipo de elogios sin temor a caer en la hipérbole", sostuvo La Vanguardia. En El País, Ana María Moix habló de "una gran novela de novelas".
2666 se lee como el testamento de Bolaño, su última batalla. El crítico Ignacio Echevarría -que tuvo a su cargo la edición- revela que el autor quería inscribir al final del texto la siguiente nota, firmada por su alter ego: "Y esto es todo, amigos. Todo lo he hecho, todo lo he vivido. Si tuviera fuerzas, me pondría a llorar. Se despide de ustedes, Arturo Belano".
El boom bolañesco en la feria
Tras su muerte, en julio de 2003, la obra de Bolaño ha vivido una creciente consolidación entre los lectores. Incluso, algunos de sus libros han entrado al ranking de los más vendidos. Es el caso, por ejemplo, de Los Detectives Salvajes y de los póstumos El Gaucho Insufrible y Entre Paréntesis.
El anuncio de la publicación de 2666 generó gran expectativa, tanto en España como en América Latina. Lanzada el 20 de octubre en Barcelona, arribó a la Feria del Libro de Santiago con apenas un centenar de ejemplares, especialmente importados para el evento. Llegó a un precio elevadísimo -$40.000-, pero pese a ello las copias se vendieron bien, según cuenta Jovana Skármeta, encargada de comunicaciones de Fernández de Castro, distribuidora del sello Anagrama en Chile.
"La novela era muy esperada. Los lectores fieles de Bolaño la llevaron y hasta viajó gente del sur a comprarla", indica. Lo más probable, dice Skármeta, es que la primera remesa se agote este domingo, día de cierre de la feria. Hacia fines de noviembre llegarían más copias, impresas en Buenos Aires, y a menor precio.
Pero el interés de los lectores en la feria no se reduce a 2666. Entre Paréntesis es otro de los títulos más vendidos y Los Detectives Salvajes se agotó en la Estación Mapocho.
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